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Tipos de obesidad

Tipos de obesidad, porque las obesidades no son todas iguales

Soy el Dr. Rubén Luna y en mi día a día como Cirujano Bariátrico me enfrento a la compleja misión de determinar el procedimiento para perder peso más adecuado para cada uno de mis pacientes. A menudo, encuentro un entendimiento generalizado de que «la obesidad es simplemente obesidad», sin embargo, la realidad con la que me encuentro es mucho más matizada: hay diferentes tipos de obesidad.

La obesidad no es un término genérico que se aplica de manera uniforme a todos los casos; es un espectro que varía enormemente de persona a persona. En mi práctica, comienzo evaluando a mis pacientes con base en tablas estandarizadas que indican cuándo el peso de una persona se encuentra dentro de un rango saludable y cuándo representa un riesgo potencial para su salud, riesgo que a menudo está asociado con otras enfermedades crónicas. Pero es crucial entender que esta evaluación inicial, que cualquiera puede realizar en casa, es apenas el comienzo de un análisis mucho más profundo.

La obesidad se categoriza en varios tipos, cada uno con sus particularidades, riesgos asociados y estrategias de tratamiento específicas. Este espectro va desde el sobrepeso hasta la obesidad de tipo III o mórbida, pasando por diferentes etapas intermedias. Mi enfoque siempre es individualizado. En las siguientes secciones de este blog, profundizaré en cómo determinamos el mejor enfoque para cada paciente, basándonos no solo en su tipo de obesidad, sino también en su situación única.

Fórmula del IMC: Tu aliado en la evaluación del peso

En mis años de experiencia y como ya hemos hablado en otras entradas de este blog, que te invito a consultar aquí, la evaluación inicial y más accesible para determinar si una persona se encuentra en una situación de obesidad o sobrepeso es mediante la prueba del Índice de Masa Corporal (IMC). Esta simple, pero reveladora ecuación matemática, nos permite comprender la relación entre el peso y la altura, ofreciendo una aproximación inicial para evaluar la composición corporal.

¿Cómo se Calcula el IMC?

El IMC se calcula mediante una fórmula sencilla: dividir el peso de la persona en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros (kg/m²). Por ejemplo, si una persona pesa 70 kg y mide 1.75 metros, su IMC sería el resultado de dividir 70 entre (1.75)^2, lo que nos daría un valor aproximado.

Esta herramienta, aunque básica, es fundamental para categorizar el peso corporal en distintas clasificaciones, que van desde el bajo peso hasta la obesidad severa. Estas categorías son cruciales para determinar el riesgo asociado a enfermedades relacionadas con el peso, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, entre otras.

Limitaciones del IMC

Es importante señalar que, aunque el IMC es una herramienta útil para una evaluación inicial, tiene sus limitaciones. No distingue entre masa muscular y grasa corporal, lo que significa que individuos con alta masa muscular podrían ser clasificados como sobrepeso o incluso obesos, sin que realmente lo estén en términos de grasa corporal. Por ello, en mi práctica, utilizo el IMC como punto de partida, complementándolo con otras evaluaciones y exámenes que permiten obtener un panorama más completo y preciso de la salud y composición corporal del paciente.

Inbody, el Complemento Certero para una Evaluación Integral

Como hemos discutido anteriormente, el IMC ofrece una primera aproximación útil para evaluar el peso corporal, pero sus limitaciones son notables, especialmente porque no distingue entre masa muscular y grasa corporal. Esta realidad puede llevar a clasificaciones equívocas, donde individuos con alta masa muscular son etiquetados como sobrepeso o incluso obesos, sin reflejar su verdadera composición corporal. En mi búsqueda por ofrecer un diagnóstico más completo y personalizado a mis pacientes, complemento el uso del IMC con herramientas más avanzadas y precisas, como el Inbody.

¿Qué es Inbody y cómo funciona?

Inbody es una tecnología de vanguardia en análisis de composición corporal que permite obtener datos detallados y específicos sobre la distribución de la masa muscular, la grasa corporal, y el agua en el cuerpo. A diferencia de otras metodologías que pueden dar estimaciones generales o que se basan únicamente en el peso total, Inbody utiliza la bioimpedancia eléctrica para medir la resistencia y reactancia del cuerpo a través de diferentes frecuencias, lo que permite una segmentación detallada de la composición corporal.

Este análisis detallado es crucial, ya que permite identificar desequilibrios específicos en la composición corporal que podrían pasar desapercibidos con herramientas más generales como el IMC. Por ejemplo, el Inbody puede revelar una alta proporción de grasa visceral, un tipo de grasa que rodea los órganos internos y que está asociada con un mayor riesgo de condiciones metabólicas y cardiovasculares, incluso en personas cuyo IMC podría estar dentro de rangos normales.

Así se realiza una medición con Inbody

El proceso de medición con Inbody es rápido y no invasivo. El paciente se para descalzo sobre el dispositivo, sujetando electrodos. En segundos, el sistema envía corrientes eléctricas de baja intensidad a través del cuerpo para medir la composición corporal.

Esto permite obtener datos precisos sobre masa muscular, grasa y agua corporal. Con esta información personalizo planes de tratamiento para reducir grasa, aumentar masa muscular o mejorar el equilibrio hídrico. El seguimiento con Inbody muestra el progreso objetivamente y motiva a los pacientes.

Categorías de peso según el IMC

Uno de los primeros pasos para evaluar la salud de mis pacientes es comprender su Índice de Masa Corporal (IMC). Este indicador nos ayuda a categorizar el peso corporal en distintas clasificaciones, cada una con sus propias implicaciones para la salud. A continuación, desglosamos estas categorías:  Normal, Sobrepeso, Obesidad I, Obesidad II y Obesidad de grado III.

Calculadora IMC - Ruben Luna

Estar por debajo del peso ideal puede parecer menos preocupante que el sobrepeso o la obesidad, pero la realidad es que también conlleva riesgos significativos para la salud. Un IMC inferior a 18.5 puede indicar malnutrición, deficiencias de vitaminas o minerales, osteoporosis, o problemas del sistema inmunitario, entre otros. Es crucial identificar la causa subyacente del bajo peso para poder tratarla adecuadamente y evitar complicaciones a largo plazo.

Si estás bajo de peso puedes programar una cita de evaluación con nuestros expertos aquí.

Un IMC en este rango se considera saludable y está asociado con el menor riesgo de enfermedades relacionadas con el peso. Mantenerse dentro de este rango de IMC es un excelente indicador de un peso corporal equilibrado, que contribuye a un buen estado de salud general y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Sin embargo, es importante recordar que el IMC es solo una medida y debe ser complementado con una evaluación más amplia de la salud.

El sobrepeso se define por un IMC entre 25 y 29.9 y representa un aumento en el riesgo de desarrollar condiciones como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer, y problemas osteoarticulares. Si te encuentras en esta categoría, es importante considerar cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular, para reducir el riesgo de enfermedades y mejorar tu bienestar general.

Si estás en sobrepeso agenda una cita aquí.

Tipos de obesidad según el IMC

La obesidad es una condición que se presenta en pacientes cuyo Índice de Masa Corporal (IMC) se encuentra por encima de 30.  Las tres categorías de Obesidad, según el IMC son las siguientes:

Obesidad tipo 1: IMC Entre 30 y 34.9

El primer nivel de obesidad, aunque considerado de menor riesgo en comparación con los niveles más avanzados, no deja de ser preocupante. La obesidad tipo 1 puede ser manejada efectivamente con cambios significativos en el estilo de vida, como la adopción de una dieta saludable y un régimen de ejercicio regular. En algunos casos, también podemos considerar intervenciones médicas no quirúrgicas, como el balón gástrico, para ayudar en la pérdida de peso.

Obesidad Tipo 2: IMC Entre 35 y 39.9

La obesidad tipo 2 representa un aumento considerable en los riesgos para la salud. En esta etapa, los cambios en el estilo de vida siguen siendo fundamentales, pero a menudo se requieren enfoques adicionales. Dependiendo de la situación específica del paciente, podemos explorar procedimientos bariátricos menos invasivos, como la manga gástrica, que ayuden a lograr y mantener una pérdida de peso significativa.

Obesidad Tipo 3 (Obesidad mórbida): IMC de 40 o Más

También conocida como obesidad mórbida, este es el nivel más severo de obesidad. Los pacientes con obesidad tipo 3 enfrentan serios riesgos para su salud y su calidad de vida puede verse profundamente afectada. En estos casos, la cirugía bariátrica suele ser la opción más efectiva para lograr una pérdida de peso duradera y reducir los riesgos de enfermedades asociadas. La intervención quirúrgica, como la manga o el bypass gástrico combinada con un compromiso a largo plazo con cambios en el estilo de vida, puede ofrecer una nueva oportunidad para una vida más saludable.

Tratamientos para Obesidad

Como cirujano bariátrico, mi compromiso es ofrecerte todas las alternativas que tienes para conseguir una vida más saludable, adaptado a tus necesidades únicas. Por esta razón, la elección del tratamiento para obesidad debe ser personalizada, tomando en cuenta aspectos cruciales como tus necesidades específicas, tu salud general, y otros factores relevantes que influyen en tu bienestar.

Existen varios tratamientos disponibles para manejar el sobrepeso y la obesidad, cada uno con sus propios beneficios y consideraciones. Aquí te presento algunas de las opciones:

Manejo Especializado con Dietas, Plan de Ejercicios y Asesorías Multidisciplinarias (Método 4 Pro):

Este enfoque integral es ideal para aquellos que se encuentran en las primeras etapas del sobrepeso, para quienes prefieren intentar métodos no invasivos antes de considerar opciones quirúrgicas o para quienes desean mantener su peso luego de una cirugía. Contamos con un equipo de especialistas en medicina, nutrición, psicología, plan de ejercicios y endocrinología que desde su respectiva especialidad te ayudarán a perder o mantener tu peso.

Balón gástrico

Es una solución temporal que puede ser adecuada para pacientes que necesitan ayuda para iniciar su pérdida de peso o como un paso previo a la cirugía. Es un procedimiento endoscópico temporal en el que se introduce un balón de silicona lleno de solución salina en el estómago a través de la boca. Este balón ocupa espacio en el estómago para promover la sensación de saciedad con menos comida, apoyando la pérdida de peso.

Cirugía bariátrica

Manga gástrica

Es una cirugía bariátrica que consiste en remover aproximadamente el 80% del estómago, dejando una porción tubular o en forma de «manga«. Esto reduce significativamente el tamaño del estómago, limitando la cantidad de alimentos que se pueden consumir y promoviendo la pérdida de peso.

Bypass gástrico

Este procedimiento quirúrgico altera la anatomía del sistema digestivo al crear una pequeña bolsa en la parte superior del estómago y redirigir el intestino delgado a esta bolsa. Esto limita la cantidad de comida que se puede ingerir y la cantidad de nutrientes absorbidos, resultando en pérdida de peso.

Cirugía de revisión

Es un procedimiento realizado en pacientes que previamente se han sometido a una cirugía de pérdida de peso, pero que no han logrado los resultados deseados en términos de pérdida de peso o han experimentado complicaciones significativas. Este tipo de cirugía puede implicar la modificación o conversión del procedimiento bariátrico original a otro método para mejorar su eficacia, manejar efectos secundarios o corregir problemas surgidos de la operación inicial.

Entendiendo los criterios para elegir una cirugía bariátrica

Tratamientos para los diferentes tipos de obesidad

Tipo de Sobrepeso/Obesidad Tratamiento Recomendado
Sobrepeso (IMC 25-29.9) Manejo especializado con dietas, plan de ejercicios y asesorías multidisciplinarias (Método 4 pro)
Obesidad Tipo 1 (IMC 30-34.9) Manejo especializado con dietas, plan de ejercicios y asesorías multidisciplinarias (Método 4 pro), Balón gástrico
Obesidad Tipo 2 (IMC 35-39.9) Manga Gástrica, Balón gástrico
Obesidad Tipo 3 (IMC ≥40) Bypass gástrico, Manga Gástrica

¿Cómo podemos prevenir la Obesidad?

Recuerda, el objetivo de cualquier tratamiento es apoyarte en tu camino hacia un estilo de vida más saludable y sostenible. La cirugía o los cambios en el estilo de vida no son soluciones mágicas, sino herramientas que, junto con tu compromiso y esfuerzo, te permitirán alcanzar y mantener tu peso ideal.

La obesidad es una enfermedad compleja, pero con el enfoque correcto y el apoyo adecuado, se puede manejar. Estamos aquí para ayudarte a tomar las decisiones más informadas y apoyarte en cada paso. Si estás listo para trabajar por una mejor salud, contacta con nuestro equipo hoy mismo.

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Sí, en las mujeres, la obesidad puede presentarse con características específicas, como la obesidad ginecoide, donde el exceso de grasa se distribuye principalmente en la zona de las caderas y los muslos. Este tipo de obesidad está menos asociado con enfermedades cardiovasculares que la obesidad androide, pero aún requiere atención médica debido al riesgo de otros problemas de salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la obesidad en diferentes categorías basadas en el Índice de Masa Corporal (IMC). Estas incluyen obesidad de tipo 1 (IMC de 30 a 34.9), tipo 2 (IMC de 35 a 39.9), y obesidad tipo 3 o mórbida (IMC de 40 o más).

La obesidad puede clasificarse según la distribución de grasa en el cuerpo en dos tipos principales: obesidad androide (o central), donde la grasa se acumula principalmente alrededor del abdomen, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares; y obesidad ginecoide, donde la grasa se distribuye alrededor de las caderas y los muslos.

Generalmente, se reconocen tres clases principales de obesidad: tipo 1 (leve), tipo 2 (moderada) y tipo 3 (mórbida o severa), basándose en el rango de IMC. Cada clase indica un nivel creciente de riesgo para la salud.

La obesidad tipo 1 puede no presentar síntomas específicos más allá del exceso de peso. Sin embargo, puede empezar a asociarse con signos de riesgo para la salud como fatiga, dificultad para realizar actividad física, y el inicio de problemas de salud relacionados con el peso, como la presión arterial alta.

La obesidad tipo 3, o mórbida, es la forma más severa de obesidad con un IMC de 40 o más. Se asocia con un alto riesgo de enfermedades graves como diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, apnea del sueño, y ciertos tipos de cáncer. Los individuos con obesidad mórbida a menudo enfrentan desafíos significativos en la pérdida de peso y pueden requerir intervenciones médicas especializadas, incluyendo la cirugía bariátrica.

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