Tu camino hacia una vida más saludable empieza con la cirugía Robótica

Generalmente, eres candidato si tienes un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 40, o si tu IMC está entre 35 y 40 pero presentas comorbilidades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño, hígado graso u otros problemas de salud relacionados con la obesidad. También evaluamos si has intentado perder peso con métodos convencionales (dieta, ejercicio, tratamientos médicos) sin lograr resultados sostenidos. No obstante, cada caso es único, y por eso realizamos una valoración personalizada, teniendo en cuenta tu historia clínica, estado emocional y estilo de vida.

Es una intervención que busca reducir el tamaño del estómago y, en algunos casos, modificar el recorrido del sistema digestivo para limitar la absorción de calorías. La diferencia con la cirugía tradicional es que, en este caso, se realiza mediante el sistema robótico Da Vinci Xi, una tecnología quirúrgica avanzada que mejora significativamente la precisión del procedimiento. Esta plataforma me permite operar desde una consola, manipulando con total control brazos robóticos de alta precisión, mientras visualizo el campo quirúrgico en 3D con gran detalle. Esto se traduce en cirugías menos invasivas, más seguras y con mejor recuperación para el paciente.

Ambos son procedimientos bariátricos eficaces, pero funcionan de manera distinta. La manga gástrica (gastrectomía en manga) consiste en reducir el estómago en forma de tubo, limitando la cantidad de alimentos que puedes ingerir. Además, disminuye la grelina, la hormona que produce sensación de hambre. El bypass gástrico, en cambio, reduce el estómago y redirige el tránsito intestinal, lo que también afecta la absorción de calorías y azúcares. Este último suele ser recomendado en pacientes con diabetes tipo 2 descompensada o reflujo gastroesofágico severo. En la consulta definimos cuál técnica es la más adecuada para ti.

Los primeros cambios se notan desde la primera o segunda semana, tanto en el peso corporal como en el nivel de energía y síntomas asociados a la obesidad (como fatiga o dificultad para respirar). A los tres meses, muchos pacientes ya han perdido un 25% a 30% del exceso de peso; a los seis meses, entre 50% y 60%; y al cumplir un año, en promedio, un 70% o más. Sin embargo, más allá del número en la balanza, el gran valor está en la mejoría de enfermedades crónicas, la movilidad recuperada, la autoestima elevada y una nueva relación con la comida.

Antes de la cirugía, te indicaremos una dieta líquida preoperatoria por unos días, que ayuda a reducir el volumen hepático y facilita la cirugía. Después del procedimiento, se sigue un protocolo alimenticio en fases: líquidos claros, luego líquidos completos, más adelante papillas y purés, hasta llegar finalmente a alimentos sólidos bien tolerados. Todo este proceso es supervisado por nuestro equipo de nutrición. Además, necesitarás tomar suplementos nutricionales para asegurar una correcta absorción de vitaminas y minerales esenciales. Alimentarse correctamente es clave para una recuperación segura y una pérdida de peso sostenida.

La cirugía robótica Da Vinci Xi es hoy en día una de las formas más seguras, precisas y eficaces de realizar procedimientos bariátricos. Gracias a su tecnología, permite maniobras quirúrgicas delicadas con una precisión que supera las técnicas convencionales. Como cirujano, tengo mayor control y visión ampliada del campo quirúrgico, lo que reduce el riesgo de sangrado, errores técnicos y complicaciones. Además, las incisiones son más pequeñas, lo que implica menos dolor, menor riesgo de infecciones y una recuperación más rápida. En mi práctica, esta tecnología ha demostrado excelentes resultados y alta satisfacción de los pacientes.

Desde el momento en que decides operarte conmigo, comienzas un proceso de acompañamiento integral. El seguimiento postoperatorio incluye controles médicos periódicos, consultas nutricionales, apoyo psicológico y asesoría continua. Evaluamos tus avances físicos, metabólicos y emocionales, y ajustamos cualquier aspecto que sea necesario. El objetivo no es solo que bajes de peso, sino que te mantengas saludable a largo plazo. Nuestro compromiso es contigo antes, durante y después del procedimiento.

La cirugía bariátrica es una herramienta poderosa, pero no es mágica. Si no se siguen las indicaciones médicas, podrían presentarse complicaciones nutricionales, estancamiento en la pérdida de peso o incluso recuperar parte del peso perdido. Por eso insisto tanto en el seguimiento disciplinado: alimentación adecuada, suplementación, actividad física moderada y apoyo psicológico. Cuando se hace correctamente, los resultados son extraordinarios y sostenibles. Pero es un trabajo en equipo: tú pones el compromiso, nosotros te acompañamos en cada paso.

Gracias a que la cirugía se realiza con técnica mínimamente invasiva robótica, la mayoría de mis pacientes permanece solo 24 a 48 horas en la clínica. Desde el primer día después de la cirugía, se inicia la movilización, el consumo de líquidos y la evaluación continua. Cuando se cumplen los criterios de alta —como adecuada tolerancia a líquidos, movilidad y estabilidad clínica—, puedes regresar a casa con todas las indicaciones necesarias y el contacto directo conmigo y mi equipo para cualquier duda o síntoma posterior.

Sí, en el sentido de que los cambios anatómicos que realizamos en el estómago son permanentes, y la pérdida de peso puede mantenerse por muchos años. Pero el éxito a largo plazo depende del compromiso del paciente con su nuevo estilo de vida. No se trata solo de perder peso, sino de construir nuevos hábitos, reconectar con tu salud y mantener el acompañamiento médico. Cuando el proceso se hace con consciencia, apoyo profesional y seguimiento continuo, los resultados no solo son duraderos, sino verdaderamente transformadores.